El trastorno límite de la personalidad (TLP) es un trastorno de la salud mental que impacta la forma en que la persona piensa y siente acerca de si mismo y de los demás, caracterizado por un patrón de relaciones inestables con un profundo temor al abandono y acontecimientos que le impiden integrarse de forma adecuada en la vida cotidiana. Incorpora problemas de autoimagen, dificultad para manejar las emociones y el comportamiento, además intolerancia consigo mismo y con el entorno. Su diagnostico suele confundirse con otros trastornos lo que dificulta su tratamiento por eso es importante contar con un buen especialista que lo trate de manera conveniente.
El TLP tiene un origen multifactorial, lo que quiere decir que no hay una sola causa que desencadene el trastorno, se habla de factores biológicos y ambientales por eso es complejo atribuirlo a una sola causa.
La despersonalización y la desrealización.
La persona siente, metafóricamente hablando, que se desplaza hacia atrás de su cuerpo, como si éste no le perteneciera y empieza a observar el entorno como si fuera un lugar extraño, se ubica como un «espectador», por eso quien lo padece se siente perdido. Cuando pasa es posible que el paciente tarde horas en volver a su cuerpo, es una sensación muy extraña de explicar y entender que a veces asusta.
La autolesión física es una forma de camuflar el dolor emocional, las personas que lo hacen no tienen herramientas para poder abordar esa intensidad en su dolor y recurren a otras herramientas que no son funcionales por eso es importante activar otro protocolo de acción porque la autolesión, evidentemente, no es lo adecuado para enfrentar el problema.
Con el trastorno límite de la personalidad, se tiene un temor profundo al abandono o a la inestabilidad, y se puede tener dificultad en tolerar estar solo. Sin embargo, la ira desmesurada, la impulsividad y los frecuentes cambios de ánimo pueden alejar a los demás, pese a que quieras tener relaciones afectuosas y duraderas.
El trastorno límite de la personalidad por lo general comienza en la edad adulta temprana. La afección parece ser peor en la adultez temprana y puede ir mejorando con la edad.
Muchas personas que padecen trastorno límite de la personalidad, mejoran con el tiempo con tratamiento y pueden aprender a vivir una vida plena, feliz y funcional.