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RESPIRACIÓN CONSCIENTE

La respiración consciente es una magnífica oportunidad para fortalecer la conexión mente-cuerpo y se puede hacer en cualquier momento y lugar. Ayuda a apaciguar los pensamientos, mejora la concentración y permite centrarse. Es una práctica especialmente beneficiosa para aquellos que están frecuentemente estresados, ansiosos, agotados o abrumados. Consiste en inhalar y exhalar de manera profunda, confiando en el instinto y fijando la atención en ella.

Respirar con atención plena puede aportar una serie de beneficios únicos, contribuye a tener una mente más tranquila y silenciosa con menos distracciones, reduce la presión arterial, se limita la tendencia a rumiar las preocupaciones, así como pensamientos que provocan ansiedad, se fomenta la respuesta de relajación, se mejora la memoria y la atención general, hay una reducción significativa del estrés y de los momentos de tensión, además se puede lograr dormir mejor.

La nariz tiene un lado derecho y un lado izquierdo, que se corresponden con los hemisferios cerebrales, ambos se usan para inspirar y expirar. Desde una concepción espiritual se considera que el derecho representa el sol -el calor- de modo que se calienta rápidamente y el izquierdo es frío y esta representado por la Luna.

La medicina china sugiere que durante un dolor de cabeza, se puede probar a cerrar la fosa nasal derecha y utilizar la izquierda para respirar, el dolor de cabeza debe desaparecer pasados unos cinco minutos. Si la persona se siente cansada deberá hacer lo contrario, cerrar la fosa nasal izquierda y respirar por la derecha, es muy posible que pasados unos momentos su mente se sienta aliviada.

Respirando conscientemente el cuerpo se vuelve fuerte y sano; el exceso de grasa desaparece, el rostro resplandece, los ojos centellean y un encanto particular se desprende de toda la personalidad. La voz se vuelve dulce y melodiosa. El apetito ya no es presa de la enfermedad. La digestión se hace con facilidad, el cuerpo se purifica y se fortalece.

La práctica constante despierta las fuerzas espirituales latentes, trae dicha y paz.

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