Existen situaciones traumáticas de la infancia que luego se repiten en la vida adulta con otros actores y otros escenarios, cuando esto le ocurre a un individuo es indicativo de un patrón inconsciente y, como tal, es difícil identificarlo.
Hay una tendencia masoquista a la repetición de historias conflictivas que entorpece al ser en su crecimiento personal y le causa malestar, siendo experiencias manifiestamente displacenteras y de difícil comprensión.
La herencia psicológica familiar juega un papel fundamental para descubrir los patrones o mandatos con los que el individuo crece y enfrenta el mundo, ya que estos establecen unas pautas para el desempeño en los diferentes ámbitos de la vida profesional, laboral y de pareja, entre otros.
Puede ocurrir que:
- La persona, por “identificación” con su progenitor o cualquier otra figura de autoridad, tome decisiones similares a este, ó,
- Por “miedo” a vivir la misma experiencia decida obrar de manera distinta.
Es por eso, y a manera de ejemplo, que dos hermanos habiendo vivido la misma situación en su infancia, resulte traumática para uno y para el otro no.
Más allá de cualquier situación real importa la vivencia de la persona de esa situación y en definitiva, es lo que marca los patrones inconscientes que se instalan desde la infancia y se deben trabajar en la adultez para encontrar bienestar personal y en las relaciones con el entorno.