El correcto funcionamiento del riñón es fundamental para la salud, es a través de este órgano que se realiza el filtrado de los desechos del organismo para evitar que sustancias dañinas entren en él. Existen factores de riesgo relacionados con la enfermedad renal que merecen atención, especialmente los que tienen que ver con problemas cardiacos, la presión arterial y la diabetes.
Algunas recomendaciones para cuidar la salud de los riñones son: realizar ejercicio físico regularmente ya que permite mantenerse activo y contribuye a contrarrestar el sobrepeso; evitar la ingesta de alimentos ultra-procesados y reducir el consumo de sal; beber mucha agua lo que hace que el organismo se mantenga hidratado y le proporciona a los riñones desempeñarse de manera correcta favoreciendo la eliminación de toxinas del cuerpo; No fumar, esto reduce el flujo sanguíneo y evita que llegue suficiente agua a los riñones; controlar los niveles de azúcar en la sangre para evitar daño en los vasos sanguíneos y que se estropee su funcionamiento, debe mantenerse en un rango saludable; realizar las revisiones medicas periódicas que por medio de un examen de orina pueden determinar alguna anomalía; evitar el consumo excesivo de medicamentos especialmente de analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos que son tomados por personas que quieren controlar el dolor crónico, es importante que consulten con el médico encargado acerca de un método para aliviar el dolor que no dañe los riñones, ya que las toxinas, pesticidas y sustancias ilegales también causan daño renal.
Este órgano del tamaño de un puño es de vital importancia en el organismo, se encuentran en la mitad de la espalda, justo debajo de las costillas. Dentro de cada riñón hay un millón de estructuras diminutas llamadas nefrones que se encargan de filtrar los desechos y el exceso de agua de la sangre, lo que se vuelve orina, ésta fluye por tubos llamados uréteres, llegando a la vejiga, que almacena la orina hasta q la persona va al baño. Si los riñones llegaran a fallar completamente, un trasplante renal o el tratamiento con diálisis podría reemplazar la función que normalmente desempeñan estos órganos.