Todos los objetos elegidos para la decoración de la casa hablan de la persona que habita ese espacio, desde el color de la paredes, la intensidad de la luz, los cuadros, los muebles, hasta los mas mínimos detalles determinan aspectos de la personalidad.
Cada objeto cuenta una historia y puede llegar a revelar ciertos rasgos de la personalidad de quien habita el lugar.
Existen diferentes estilos de decoración de interiores, lo importante es identificar que sensaciones despiertan y que aporten equilibrio.
Decoración de estilo minimalista: se caracteriza por simplificar al máximo los detalles priorizando los elementos esenciales. Este tipo de decoración juega con diferentes texturas como la madera, el mármol, la cerámica o los textiles para dar un plus de elegancia y calidez. Un elemento muy importante en este estilo de decoración es la sensación de espacio, amplitud y orden.
Decoración de estilo nórdico: surgió en la década de los años 50 en los países escandinavos, debido a esto tiene una gran influencia de las duras condiciones climáticas que se viven allí, logrando que esta decoración se caracterice por crear espacios acogedores, cálidos y confortables. El blanco es un color protagonista en este tipo de decoración ya que refleja la luz natural, aporta luminosidad y crea espacios amplios y armoniosos. También se utilizan los colores neutros como el beige, el gris, el marrón y el negro. Elementos como pieles, lanas y linos aportan calidez y confort en los elementos decorativos. La madera es muy utilizada en el diseño de interiores.
Decoración rustica moderna: Mezcla materiales naturales y modernos como la madera o la piedra, los espacios son abiertos en los que se combina muebles contemporáneos con muebles antiguos y los colores neutros son protagonistas. Contiene una elegancia informal donde se preserva el carácter y los detalles arquitectónicos originales combinados con una decoración moderna. Es una decoración con mucho auge en la actualidad.
Decoración de estilo industrial: No es muy natural y su estilo es predominantemente masculino, surgió en Nueva York en los años 50, cuando jóvenes artistas comenzaron a instalarse en amplias y espaciosas fabricas abandonadas en busca de espacio y luz. Hoy se conocen como lofts. Este tipo de decoración se caracteriza por incluir elementos estructurales a la vista como vigas de madera sin tratar, hierro y cemento al descubierto, paredes de ladrillo, tuberías y conductos de metal, esto mezclado con muebles vintage en cuero desgastado y en las habitaciones armarios abiertos tipo «boutique».
Decoración étnica o boho chic: Es un estilo que está tomando mucha fuerza con su combinación de elementos naturales, acentos bohemios y detalles étnicos que conectan con culturas ancestrales. En este tipo de decoración priman elementos naturales como el mimbre y la madera, se pueden encontrar auténticas maravillas talladas a mano con herramientas tradicionales provenientes de India y su cultura.
Decoración de estilo mediterráneo: Su influencia viene de los países mediterráneos que cuentan con una decoración de gran belleza con casas blancas llenas de campos de olivos y almendras, y hermosa vista al mar. Los elementos característicos de este tipo de decoración son piedra, vigas de madera, azulejos, arcos y bóvedas, plantas, cestas y lámparas de mimbre, muebles de madera que proporcionan un ambiente fresco y acogedor. La sencillez y autenticidad están presentes en este tipo de decoración.
Decoración Wabi Sabi: Tiene una importante influencia japonesa que busca encontrar la belleza en la imperfección. Se caracteriza por pinturas descascaradas, textiles deshilachados, paredes desgastadas, asperezas, poca luz, sencillez y elementos oxidados. Se celebran las grietas y las hendiduras en los objetos y las marcas que el paso del tiempo o el clima puedan dejar. Una áspera belleza presente en las decoraciones de exclusivos hoteles alrededor del mundo.
Ideas útiles que pueden inspirar la decoración en el hogar y reflejan la personalidad.