La fruta tiene cualidades incuestionables para la salud, sin embargo hay quienes deciden no tomarla cuando están a dieta porque tienen la falsa creencia de que engorda gracias a la fructuosa y glucosa que le son características.
Lo cierto es que la fruta no engorda y puede ser consumida como postre o entre comidas sin riesgo de subir de peso.
El principal componente de la fruta es el agua, entre un 85% y un 95%, excepto el banano que contiene un 70%. Esto hace que sea baja en calorías y se aconseje para calmar el hambre ya que su densidad calórica por cada 100 g de alimento es muy baja.
En cuanto a los azucares, los porcentajes varían entre un 4% y un 12%, mientras que la fibra, que se encuentra en la pulpa y en la piel, representa un 3% aproximadamente.
La fibra hace que sus azucares sean mas saludables generando sensación de saciedad y haciendo que se coma menos.
Se aconseja comer la fruta entera, troceada y masticada directamente, evitando hacerlo en jugos, ya que de esta manera la fibra ralentiza el paso del alimento al intestino, incluidos sus azucares, para que después pasen a la sangre y a todas las células del organismo maximizando su beneficio.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que para hacer un jugo se necesita mas de una pieza de fruta por lo que la ingesta de azúcar se multiplica, mientras que si se come una fruta entera el consumo de azúcar está mas controlada.
Si se quiere bajar de peso de manera saludable, los especialistas aconsejan, incluir fruta en la dieta ya que es un gran aliado que proporciona sensación de saciedad y disminución del apetito favoreciendo los objetivos planteados.
La cantidad diaria recomendada son cinco raciones de fruta y verdura, lo que contribuye a reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer y otras enfermedades crónicas.